Memorias de un Zombie

Ayer terminé las clases, haciendo el último exámen de Historia del Arte I y diciendo adiós a ese puto antro de perroflautas que es la Facultad San Carlos de Bellas Artes, unas artes que, por otro lado, no tienen nada de bellas, ni de arte.



Ésta tarde termino las clases en la academia de inglés, propiedad de mi tía londinense (también es medio francesa, pero esa parte la obviaremos ésta vez), donde me han preparado de reputísima madre para presentarme al exámen del First Certificate of Cambridge, cuyas notas debo recoger el próximo 1 de Agosto, aunque no me preocupan los resultados, sé que me han formado lo suficientemente bien como para haber aprovado por muy nervioso que estuviese.

Acabo de llegar a mi casa después de realizar la pre-inscripción en la Facultad de Magiestrio para estudiar Maestro de Educación Primaria y mandar a tomar por culo a esos cabrones hippies del palo apestosos y con portátiles Mac de BB.AA. para ser un profesor enrollao con los chiquillos y, si me quedan ganas, acceder al segundo ciclo de Criminología para ser inspector o detective privado.

Las ventas del K-POW! Reload, a pesar de no tener todavía distribuidora por movidas extrañas, van de lujo que te crujo, habiendo recuperado ya casi la mitad de lo invertido únicamente mediante la venta mano a mano, y espero que siga así cuando tengamos stand en las jornadas comiqueras que están por venir (ya tengo dos apalabrados).

En relativo poco tiempo, no más de una semana, tendré dinero suficiente para comprarme el DVD-Pack de La Jungla de Cristal, y tener la saga completa de una vez por todas sin necesidad de pirateo.

Y para culminar tengo un montón de invitaciones para ir a cualquier sesión del Festival de Cine Cinema Jove, que empezó el sábado pasado y acaba el próximo; así que, ya sabéis, si alguien anda por tierras valencianas y le interesa ver alguna de las pelis que proyectan por la patilla, que me avise.
Por primera vez desde que empezó el curso siento que las cosas van bien, en su cauce, y estoy tranquilo. Ésta noche dormiré a pierna suelta. No es que no tenga preocupaciones, es que sé que puedo manejar los problemas que me vendrán. Veo los colores más vivos, la luz más brillante, el calor me afecta menos, tengo más fuerza y hasta la mierda me huele a flores.
Por primera vez desde que empezó el curso, me siento feliz.