Memorias de un Zombie

Geniales palabras, las que dan título, que fueron pronunciadas por el asímismo genial Bruce Willis, en esa joya del cine de acción que viene siendo El Último Boy-Scout.
¿Qué es el amor? Es una cuestion a la que se le lleva buscando respuesta, más o menos, desde los albores de la humanidad. Hay quienes dicen que es un sentimiento absolutamente incontrolable, fruto de la pasión, mediante el cual otra persona te importa más que tu vida misma. Otros, de razonamiento más científico, adjudican a éste término una serie de procesos físicos mediante el cual poder justificar un modo de perpetuación de la especie, lo que comunmente se denomina "follarse todo lo que se mueva", pero de manera mucho más bonita.
Después están las vagas concepciones de las que se hace gala en cine. Yo, criado entre productos audiovisuales americanos, siempre concebí una cita como quedar con alguien por quien sientes una cierta atracción con motivo de conocerla mejor y, posiblemente, iniciar algún tipo de relación más seria que la misma amistad, los yankis salen si se gustan, y después, se enamoran. Sin embargo, en la sociología que reina en éste país, la cita en sí es quedar a solas (un punto en común) con alguien con quien ya has iniciado una relación de noviazgo.
Es decir, en USA parece que empiezan a salir cuando "se gustan" y en España, cuando "se quieren". Sobra decir que la concepción americana me agrada bastante más, quizá por una cierta tendencia (y degeneración) mía al "enamoramiento fácil". Sí, soy un chico que, con dos caricias, me ganas, qué le voy a hacer...
Cabe matizar, pues, las diferencia existentes antre "amar" y "gustar":
Hay muchas formas de amar, generalmente uno se ama a sí mismo porque ama la vida, estar vivo; también amas a tus familiares, poniendo en marcha el componente genético, según el cual, los individuos que comparten genes, o linaje, se muestran más fácilmente abiertos a ser solidarios y/o altruistas con sus semejantes, en pocas palabas, "la familia unida jamás será vencida". Después está el asunto de amar a un tercero, a alguien no perteneciente a la familia, un fenómeno al parecer totalmente inexplicable que muchos psicólogos y filósofos han tratado de discernir sin conseguir, a mi ver, soluciones satisfactorias.
Dejamos aparte la cuestión de amar a un miembro de tu familia como se ama a un tercero, la endogamia es más propia de texanos y así no me extraña que surgiera el Ku Klux Klan...
Personalmente, si hay algo que amo por encima de todo es a mí mismo. Egoístamente, voy a buscar mi preservación y antepondré mi integridad física a cualquier precio, llamadme lo que queráis, yo quiero seguir vivo, y si pudiese, sería inmortal, punto final.
Respecto a "gustar", uno suele amar aquello que le gusta, sino, estaríamos ante un claro caso de paradoja humana, un raro especímen condenado a morir joven, qué queréis que os diga. Generalmente, a uno suelen gustarle más cosas de las que ama, y quizá en distinta proporción.
Me explico, me amo sobre todas las cosas existentes, pero no soy lo que más me gusta del mundo. Antes que yo mismo, prefiero a las mujeres, y antes que a las mujeres, prefiero a Bruce Willis. Si me dan a elegir entre entre una noche de sexo desenfrenado y una maratón de La Jungla de Cristal, llamadme enfermo, pero me quedaré con el Tito Bruce, no en vano he sido prácticamentre cirado con sus películas. Quizá si el sexo en cuestión tuviese un punto exótico, irrepetible, optaría por él, tal como pasar una noche entera con gemelas japonesas o una rusa con marcado acento soviético (a mí me pone, oyes).
Todo esto, en conjunto, me confunde mucho a la hora de quedar con amigas. Por que sí, tengo "amigas", soy un señor mayor, ya lo dije, y considero que la amistad entre un hombre y una mujer puede existir, no como piensan otros, quienes sencillamente clasifican a sus "objetivos follables" y descartan a todas las demás. No, yo tengo amigas, y a algunas me las follaría encantado, y a otras no, las cosas son así y eso es lo que hay, si no te gusta, mira a otro lado.
A lo que iba, suelo quedar a solas con amigas, del mismo modo que suelo quedar a solas con amigos de mi mismo sexo. Y, para qué negarlo, generalmente dentro mí existe un fuerte pulso sexual, mis amigas me gustan, sino, no serían amigas, de modo que, si quedo con una chica ¿estoy teniendo una cita?
Porque si es así, tengo un montón de citas todo el año, y ninguna resulta fructífera en temas amatorios, aunque la mayoría has resultado plenamente satisfactorias en términos amistosos. ¿O para que sea una cita la chica en cuestión también debe sentir una cierta tracción bioquímica hacia mi persona?
Y, en ese último caso, ¿cómo demonios puedo saber si estoy en una cita o no?
¿Es ir al cine, ir a cenar, mirar tiendas, etc, con una chica una cita? ¿Y si sólo le interesa a esa persona ver esa película, probar esa comida, mirar esos objetos, y no tengo más remedio que recurrir a su compañía para no pasearme como un lobo solitario?
He hecho esas cosas cientos de veces con mujeres a solas, quizá algunas veces fuesen citas y no me diese ni cuenta de ello, porque si hay dos cosas en las que soy un completo zoquete esas son la informática y el amor. Y creo que por ese orden.
La ambigüedad y vaguedad de todos los conceptos expuestos es un asunto que me trastorna a más no poder, casi engando todas mis teorías sobre la percepción de la realidad que me rodea en ese momento. Quizá es por eso que suelo preferir a Bruce Willis, tengo muy claro quienes son los malos y los buenos, sus motivaciones y sus desdichas, y ver cómo un tío le mete tres tiros en el pecho a otro no deja lugar a dudas existenciales, como es el caso del amor.
Conclusión:
Lo mejor del mundo es Bruce Willis. Entendiendo Bruce Willis comos un concepto en sí, explicatorio de la realidad. Bruce Willis es rudo, cortante y seco, deja claras sus intenciones desde el primer momento, sabes a qué atenerte, qué puedes esperar, y siempre, siempre, con un componente de suspense, algo que pueda sorprenderte, un hecho no calculado, puesto que la vida no puede serorganizada según unas pautas y seguirlas al dedillo.
Ojalá un día de estos quede con una chica para comprar cómics (que lo hago, ojo) y, después de los dos besos de saludo de cortesía, me diga, sin tapujos, "no te emociones, que contigo no follo hoy".